
Villavicencio.- En medio de la tranquilidad que les produce no sentir la presencia de seres humanos, la cuarentena ha servido para que animales silvestres, es decir que no son domésticos ni dependen del hombre para su supervivencia, salgan a recorrer y a ocupar espacios urbanizados que antes formaban parte de sus territorios.
Hace unos días en la vereda La Llanerita fue encontrado enrollado encima de una cama un güio negro de un poco más de 3 m de largo, animal que posteriormente fue liberado por profesionales de Cormacarena, le dijo a Noticias YA el director de la corporación ambiental, Andrés Felipe García.
Así mismo se reportó la aparición de una babilla en La Reliquia, un oso perezoso de dos dedos en el lavadero de una casa en el barrio La Azotea, frente al jardín Botánico y hasta un hurón o grisón (foto)
Babilla encontrada dentro de una casa en el barrio La Reliquia Hurón o grisón recuperado en el centro poblado de Cristalinas en Puerto Gaitan.
A principios del pasado mes de abril, arrancando las lluvias, fueron encontradas dos nutrias o lobitos de rio, pescando y nadando por las aguas del balneario Barquitos, en la vía a Puerto López.
Este puerco espín arborícola fue encontrado en una finca de la vereda Barcelona en Villavicencio
Esta semana se atendió la recepción de un güio perdicero juvenil de 2 m de largo, en la zona de seguridad del aeropuerto Vanguardia rescatado por el señor Andrés Torres de la Aeronáutica Civil, animal que fue entregado en Cormacarena.

El reptil se recibe en buenas condiciones por la corporación ambiental y era apto para su liberación, la que se realiza en una reserva natural en el entorno de Villavicencio, dijo el veterinario de esa entidad Juan Sebastián Bohorquez, quien hizo el procedimiento.