Han descubierto que el propóleo tiene la capacidad de incorporar activos, y propiedades antioxidantes, y antimicrobianas que podrían atacar bacterias como: el estafilococo y salmonela. Por ello, podría ser usado en la conservación de la carne de cerdo para el consumo humano.
Recordemos que el propóleo se obtiene de las colmenas de las abejas melíferas, las cuales lo utilizan para preservar y proteger su alimento de bacterias y microorganismos invasores. Así las cosas, técnicamente se explica que mediante un proceso, la mezcla de esta sustancia resinosa con la que este animalito hace su colmena y el quitosano (polímero biodegradable obtenido de la quitina), combinada con una tecnología de electrohilado (fibras ultrafinas- nanofibras), da como resultado un envasado activo con efectos antioxidantes y antimicrobianos.

Este envasado activo permite que se alargue la vida útil y la conservación del lomo de cerdo hasta por cuatro días. Esta tecnología viene siendo estudiada por Emeli Dayana Romero, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia, e investigadora del Grupo de Investigación en Ciencia y Tecnología de Productos Cárnicos y Acuícolas.
Sus investigaciones han llegado a la conclusión que este envasado activo ayuda en la preservación de la calidad de la carne de cerdo, una buena noticia sí tenemos en cuenta que el consumo de esta carne ha venido aumentando en el mundo. En Colombia, en los últimos seis años, ha crecido en un 56% en contraste con otras carnes.
Este descubrimiento ayudaría a solucionar el desafío que tiene la conservación en este tipo de carne, cuya vida útil es mucho más corta que otros tipos de carnes como las rojas. Por último, ya se estudia el propóleo como aditivo directo y así eliminar el sistema de empaque, un beneficio que podría escalonarse en la preservación del pescado.