Ante una política de erradicación forzada fallida con un 70% de resiembra por parte de los campesinos; y el descontento de los mismos ante el Programa de Sustitución de Cultivos Ilícitos, porque según ellos, el Gobierno Nacional les incumplió, se pone sobre la mesa nuevamente la reactivación de las aspersiones aéreas con glifosato para bajar las hectáreas de coca sembradas en el país. Para analizar este panorama, Noticias Ya consultó al Rafael Alberto Fonseca Correa, Doctor en Ciencias Químicas de la Universidad de Los Andes, y actual docente Universitario de la Universidad Piloto de Colombia.
Ante el aumento descontrolado de los cultivos ilícitos en el país, el Gobierno Nacional ha colocado sobre la mesa de nuevo la necesidad de volver a las aspersiones aéreas como la única alternativa que ve para controlar y frenar eficazmente las cifras de hectáreas sembradas. El Doctor en Ciencias Químicas explicó en entrevista con el Noticiero Noticia Ya que, el Gobierno Nacional viene trabajando en pro de que este tipo de fumigaciones sean un hecho, y que de alguna manera, se puede decir que esto ya está «cuadrado» para que se dé dando respuesta a los requisitos solicitados.
Entrando en contexto es preciso recordar que la Corte Constitucional prohibió las aspersiones aéreas de cultivos ilícitos con glifosato en el año 2015, en un fallo proferido por la misma, acogiéndose al principio de precaución hasta tanto no se encontrara una conclusión definitiva que considerara estos riesgos inexistentes, luego de que también se conociera el resultado de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que calificó el glifosato como “probablemente cancerígeno para los humanos”.
En el año 2019, el entonces ministro de Defensa, Guillermo Botero, anunció que las aspersiones iniciarán a partir del 2020, dándose de nuevo la polémica en el país. Finalmente, la Corte Constitucional y el Consejo Nacional de Estupefacientes, exigieron una serie de protocolos, que garantizaran el cuidado del medio ambiente, y la salud de quienes habitaran las áreas intervenidas.
El Doctor Fonseca explicó que el glifosato es un componente activo no selectivo, que se encuentra en una serie de herbicidas, los cuales a su vez actúan eliminando una variedad de plantas y malezas cuando absorben este componente por medio de sus hojas. Lo anterior, se hace importante analizar, ya que uno de los fundamentos en contra de las aspersiones aéreas se radicó en lo difícil que era controlar el impacto sobre cualquier cultivo y fuente hídrica, un tema complejo pues el ejercicio se hacía a 10 metros de altura, sin control de vientos, y éste se trasladaba a cualquier lugar.
Por ello, en parte, los campesinos no están de acuerdo con la aspersión aérea de los cultivos ilícitos porque finalmente, dicen ellos, se ven afectados en sus cultivo lícitos y sus fuentes hídricas son contaminadas. Aunque el glifosato es utilizado en cultivos lícitos en Colombia, cuando se utiliza de manera manual se le da un uso focalizado, evitando daños a otros cultivos.
Luego de su prohibición parecía imposible poder levantar este tipo de decisión de la Corte Constitucional, ya que el Gobierno debería presentar resultados científicos que avalaran que no existe ningún riesgo para la salud de los humanos y ningún impacto al medio ambiente. Sin embargo, el Estado viene trabajando en una serie de protocolos, y de estudios, que comprenden instrucción, y preparación más responsable para evitar que se den estos efectos adversos en las personas y en el entorno.
El Gobierno Nacional expidió un Decreto el pasado 12 de abril, en pro de tomar decisiones para llevar a cabo los controles de los riesgos para la salud y el medio ambiente. A su vez, crear un mecanismo funcional de quejas ante posibles afectaciones que puedan darse. Por su parte, la ANLA, Agencia Nocional de Licencias Ambientales, aprobó la modificación del Plan de Manejo Ambiental del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante la Aspersión Aérea con el Herbicida Glifosato.
Por su parte, el Ministerio de Salud evalúa los resultados de un estudio en esta materia, los efectos sobre la salud del ser humano, para el que contrató a la Universidad de Córdoba. En consecuencia, el Consejo Nacional de Estupefacientes deberá verificar que los requisitos impuestos por la Corte Constitucional se cumpla de acuerdo a lo establecido.
Fonseca Correa tiene sus reservas frente a este tema, ya que dice él, es muy complejo verificar cada 15 días por lo menos las cuencas hídricas y hacer los complejos estudios que se requieren para saber sí hubo o no efectos sobre el agua de estos afluentes. Para el Experto, el Gobierno Nacional pretende como sea cumplir con los requisitos que pide la Corte, y poner en marcha de nuevo las aspersiones aéreas con glifosato.