Un viejo que creía que todo lo sabía iba caminando por la playa
Cuando llegó a un lugar donde había miles de estrellitas de mar que habían sido arrastradas hasta la orilla.
Un poco más lejos en la playa veía a una niña que estaba cogiendo las estrellitas de mar una por una y les tiraba devuelta al océano para salvarlas.
-¡Ay, que tonta!- exclamó el viejo en voz alta.
–No puedes salvar a todas estas estrellitas de mar. Hay demasiadas.
La jovencita sonrió y le dijo
– Ya lo sé, pero puedo salvar esta. – Y la tiró al océano.
–Y esta – Y devolvió otra al mar, -Y esta…
Moraleja: quizás no podemos salvar a todo el mundo que necesita ayuda, pero sí a uno… y a otro…
