Villavicencio.- Debido al asesinato de 4 menores indígenas en la selva del Caquetá y Putumayo, y otros hechos de violencia cometidos por la disidencia residual de las extintas Farc, el presidente, Gustavo Petro, ordenó levantar el cese al fuego e impartió directrices a las Fuerzas militares y policía para que retomen las operaciones ofensivas contra dichas estructuras criminales.
Después de la decisión presidencial, la Fuerza Pública entrará a arreciar en el Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo, donde los grupos residuales están secuestrando, extorsionando, reclutando e imponiendo sus leyes a la población civil.
El cese de hostilidades se había dado con el fin de lograr una eventual mesa de diálogos, como una de las prioridades del gobierno en aras de lograr una paz total.
Luego del rompimiento unilateral, reaccionó la disidencia al mando del cabecilla “Iván Mordisco” y a través de un comunicado critican al gobierno señalándolo de solo discursos y promesas.
