El caso ha causado impacto en el departamento del Meta, debido a que el ocelote (Leopardus pardalis) hallado en el municipio de Mapiripán, tiene apenas tres semanas de vida y ya fue extraído inexplicablemente de su hábitat natural por manos humanas.
El equipo de veterinarios de Cormacarena, al conocer la situación a través del llamado de la comunidad de la vereda Morropelado, realizaron la gestión para el traslado vía aérea del ocelote a Villavicencio, el cual fue recibido en el aeropuerto Vanguardia. Allí fue valorado su estado de salud y se pudo determinar que es óptimo y no presenta ninguna dificultad en su integridad física.
Como primera medida, el ejemplar recibirá crianza y alimentación por parte de profesionales, para posteriormente evaluar sus capacidades silvestres en un entorno natural. Sin embargo, este tipo de especies crecen con dependencia de los humanos y difícilmente pueden retornar a su hábitat.
En muchas ocasiones las personas recogen a los neonatos en medio de la naturaleza con la idea errada de que han sido abandonados por sus madres, sin embargo, en la mayoría de los casos, se encuentran cazando para poder alimentar a sus crías.
La Corporación hace un llamado a la comunidad meterse, a no realizar interrupciones en el curso natural de la vida silvestre; y hace un llamado a denunciar casos de tráfico ilegal de estas especies o de mascotismo, a línea de atención de fauna 321 482 0327.
