Reflexión
Amar y bendecir
El amor que Dios espera de nosotros es un amor que se da sin condiciones, que no espera nada a cambio y que es capaz de perdonar incluso las ofensas más graves. Ese amor solo puede venir de Dios, pues es Él quien nos muestra cómo amar de esta manera.
En nuestra vida puede ser todo un reto, especialmente cuando nos encontramos con personas difíciles de amar o que nos han hecho algún daño. Sin embargo, es importante recordar que el amor de Dios no tiene límites y que Él nos ha llamado a amar a los demás como Él nos ha amado.
Si nos esforzamos por amar a los demás de la manera en que Dios nos ama, estaremos dando testimonio de nuestra fe y estaremos llevando su amor a un mundo que tanto lo necesita.