LA TOMA DE RESPONSABILIDAD EN TU PROCESO DE SANACIÓN
Cada persona es responsable de su vida, así como de su proceso de sanación, de su salud y de su despertar espiritual.
Para tomar las riendas de nuestra vida, es imprescindible responsabilizarnos por nuestras emociones, siendo ésta la única forma de superarlas y sentir cada vez más paz.
Cuando sentimos rabia por un acontecimiento, por ejemplo, es bueno recordar que el acontecimiento no ha hecho más que despertar en nosotros una rabia que ya estaba ahí, aguardando latente…
Una vez que hayamos superado la rabia, dejaremos de atraer acontecimientos que la despierten, o simplemente ya no la sentiremos más en las mismas situaciones. También se nos puede hacer evidente que ya no queremos estar en esa situación y encontremos formas constructivas para que no se repitan.
Nuestro mejor maestro-maestra está en nuestro interior, y de todos depende (gracias al poder de nuestra intención y las decisiones que tomemos) procesar nuestras emociones y pensamientos, y fortalecer el conocimiento práctico.
Una vez que desalojemos de nuestra mente los pensamientos de culpa, también podremos aceptar la responsabilidad de afrontar los errores cometidos por ignorancia. Confiando en nuestra Divinidad y en nuestros recursos internos, haremos que nuestros procesos sean inmensamente más armoniosos y fluidos.