Puerto Rico 25 años después de la toma guerrillera
Villavicencio.- En la mente de los habitantes de Puerto Rico, sigue vivo el recuerdo de aquella tarde del 10 de julio de 1.999, cuando desde el rio Ariari, desembarcaban cientos de subversivos de las FARC, cargados de munición cilindros y armamento para dar inicio, a la toma más cruenta que destruyó gran parte del municipio.
La incursión de cerca de 2 mil milicianos del grupo terrorista, que duró tres días, fue repelida por 36 uniformados de la policía nacional, que custodiaban el puesto de policía y que desde allí resistieron el ataque de los cilindros y las ráfagas de fusil, hasta que se acabaron sus municiones y no les quedó otra que entregarse al comando subversivo.
Mientras tanto la población escondida entre sus viviendas y negocios vivía los días más terribles de su historia, en medio de explosiones, destrucción y cadáveres de guerrilleros y policías que se podrían apreciar desde sus improvisadas guaridas.
Hoy 25 años después se realizó un homenaje por parte de la policía nacional en el Meta, a los familiares y victimas de este acto terrorista que cobro la vida de 6 agentes de la institución y dos civiles, además del que fueron secuestrados 28 agentes que estuvieron en poder de la guerrilla durante 716 días y que fueron liberados tras haber permanecido encadenados en las selvas del Guaviare.
Noticias Ya hablo con el actual diputado del Meta, y ex alcalde del municipio de Puerto Rico, Luis Alfonso Suárez, sobre su experiencia personal durante la toma guerrillera, pues ese 10 de julio se encontraba en el pueblo y cuando empezó la incursión a sangre y fuego de las Farc, no tuvo otra salida, que esconderse donde unos vecinos y allí en su refugio escuchar durante esos tres días el intercambio de disparos y el accionar de los cilindros y tatucos contra la alcaldía y la estación de policía.
“tengo un recuerdo imborrable, del momento cuando salí del escondite a la calle, luego de varios días, de ver una camioneta llena de cadáveres de subversivos muertos y de la destrucción de la mayor parte del pueblo, por donde uno pasaba todo eran ruinas, eso nunca se olvida, eso lo marca a uno para siempre y dejó con cicatrices en el alma a muchas familias” dijo el diputado sobre esa triste experiencia de la violencia que ha tocado a su tierra natal y que nunca deberá repetirse.