
Villavicencio 13 de mayo 2025.- A marzo de 2025, Colombia registraba 23,7 millones de personas con algún tipo de ocupación. Sin embargo, 13,6 millones de ellas se encontraban trabajando en condiciones informales, lo que representa un aumento de casi un millón de personas respecto al mismo período del año anterior. Las estadísticas del DANE revelan que gran parte del nuevo empleo que se está generando carece de prestaciones legales como salud, pensión, vacaciones o licencias pagadas.
La informalidad, que alcanzó su punto más alto en 2021 tras la pandemia con un 60,7%, había bajado en 2024, pero volvió a subir este año hasta ubicarse en 57,2%. La situación varía según la ciudad: Sincelejo encabeza el listado con una informalidad del 68,9%, mientras que Manizales se mantiene como la ciudad con la tasa más baja, con un 35,1%. En cuanto al género, los hombres se ven más afectados: el 59% de los trabajadores masculinos están en la informalidad, frente al 54% de las mujeres.
El nivel educativo influye considerablemente: cerca de la mitad de los trabajadores formales tienen formación técnica, profesional o de posgrado, mientras que solo el 12% de los informales cuentan con ese nivel académico. La informalidad es también mayor en el ámbito rural, donde alcanza un alarmante 84,1%, frente al 43,1% en las principales áreas metropolitanas.
Sectores como la agricultura y el comercio concentran la mayor parte del trabajo informal, y el tamaño de las empresas resulta decisivo: el 85,7% de los empleados en microempresas no tienen contrato formal, frente a solo el 2,9% en las grandes compañías, lo que refleja una estrecha relación entre la informalidad y la estructura productiva del país.