Reflexión

No me culpes porque no eres feliz

Yo soy el creador del universo y la tierra, más no de tus problemas.
Durante tu vida te guío a través de pruebas mediante las cuales te doy lecciones desde tu niñez.

Las cuales si las pasas, forjarás tu carácter, con el cual tratarás de evitar que estás se vuelvan a presentar, y si se llegaran a presentar.

Estas ya no dolerán igual.

En ocasiones te acostumbras tanto a la oscuridad que al percibir el primer rayo de luz éste te llega a lastimar.
Para no sentir la molestia regresas a tu lugar de obscuridad.
No permitiendo que entre en tí la felicidad.

Muchas veces te has preguntando ¿Por qué no eres feliz?
Ahora yo te pregunto a ti:
¿Te has puesto a pensar que tal vez tú seas el que no se permite ser feliz?

Te voy a dar un ejemplo:
En ocasiones llegas a tener tanta sed, que lo que deseas, es tomar muchísima agua, pero si llegas y tomas el agua hasta atragantarte bien sabes que esta terminará por lastimarte.

Lo mismo pasa en el sufrimiento, deseas tanto la felicidad, pero recuerda que esta también la debes de dosificar para que a ella te empieces a acostumbrar.
Te he dado todo lo necesario para ser feliz, pero tú decides como vivir.
Si yo voy a decidir todo y arreglar todo por ti entonces… ¡Para qué quieres vivir!

Por eso te he dado tu individualidad, para que tus propias decisiones puedas tomar y las consecuencias de ellas, buenas o malas, debas afrontar.
SONRÍE QUE LA VIDA ES BELLA… MAS RECUERDA QUE ELLA A NADIE ESPERA.

Yo soy Dios. Tu fiel amigo y siempre contarás conmigo siempre estoy aquí, para cuando busques consuelo en mí.

No esperes verme, ya que a través de la naturaleza y tus amigos yo me hago presente.

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