Para algunas personas las palabras más difíciles de decir son, «me equivoqué», «lo siento», «Perdón», pero sabias que no todo el mundo tiene la capacidad de soportar una ofensa, un engaño, una traición y seguir como si nada, y más si vino de alguien cercano.
¿Imagina que ofendas, engañes, traiciones a alguien, y no tengas la valentía de decir Perdón, y esa persona decida quitarse la vida, como te sentirías?
Por eso siempre soy de los que, si tiene que pedir Perdón, por algo que entendí que no hice bien, lo pido, indiferentemente si esa otra persona, no lo recibe, no me hablas más y no volvemos a tener ningún tipo de relación, pero yo hice lo correcto, hasta en un texto es válido, si no te atreves hacerlo de frente.
Pero cometer una ofensa, engaño, traición, y seguir como si nada, hasta decir que la persona que recibió el daño, tiene que olvidar y seguir, que fácil, pregúntale a alguien que le fueron infiel descaradamente a ver si se le olvidó rápido.
Sabe que es lo más irónico que he visto referente al Perdón, personas que han ofendido, engañado o traicionado, que no le dicen perdón a nadie, que tienen un muro de orgullo más grande que una represa, pero predican Perdón y de JESÚS, eso sí que nunca lo entenderé.
Atrévete a pedir perdón eso no te hará menos, en cambio te hará Grande, pero seguir como si nada porque no te importa, solo dice quien realmente eres.
Una persona verdaderamente valiente es la que se atreve a decir, PERDÓN.
